Los juguetes que se conectan a internet podrían estar invadiendo la privacidad
Artículo escrito por: Aileen Zaera
Desde hace algunos años es más frecuente escuchar sobre la Internet de las Cosas (IoT según sus siglas en inglés), debido a la aparición de electrodomésticos, gadgets, wearables y otros objetos que tienen la capacidad de conectarse a internet.
No obstante, a pesar de sus beneficios, la Internet de las Cosas ha alertado a una gran cantidad de usuarios debido a que estos objetos podrían suponer un riesgo a la privacidad de los usuarios, debido a los fallos de seguridad que puedan presentarse.
El mundo de los juguetes
Aunque no son completamente nuevos, este año se han potenciado los juguetes con capacidad para conectarse a internet, uno de ellos es la Barbie Hello, la cual interactúa con las niñas, se conecta a internet y puede grabar conversaciones, las cuales son almacenadas por Mattel.
El popular fabricante de juguetes ha asegurado que guarda estas conversaciones a fin de poder mejorar sus productos, siempre respetando la privacidad de los menores que hagan uso de estos juguetes; pero no sólo esta Barbie vulnera la privacidad de sus pequeños usuarios, sino que otros como la muñeca Cayla, y el robot i-Que, también graban las conversaciones de los menores a través de aplicaciones en los dispositivos móviles.
En los otros dos casos, todas las conversaciones que graben estos juguetes son transmitidos directamente a la compañía norteamericana Nuance Communications, la cual ha informado que se reserva su derecho de utilizar toda la información recopilada con terceros para una gran variedad de propósitos distintos.
¿Cómo protegerse?
El riesgo de estos dispositivos no sólo se reduce a los datos y conversaciones que transmiten de forma anónima los mismos a sus fabricantes, sino que resultan particularmente sencillos de ser hackeados.
Por ello, muchos expertos recomiendan, por una parte, cambiar todas aquellas contraseñas que traen configuradas de fábrica estos juguetes, lo que reduce el riesgo de ser hackeados, así como también se deben revisar, de manera minuciosa, todos los términos del contrato sobre el uso y conexión a internet de dichos juguetes.